sábado, 3 de marzo de 2012

Un prodigio entre prodigios, "Los pilares de la Creación" y un "paritorio" de estrellas

Entre las montañas de fotografías que los telescopios espaciales vienen enviando a la Tierra, hay una que destaca sobre las demás por su belleza y por los nuevos conocimientos que aporta sobre la naturaleza del Universo. Fue captada por el Telescopio Espacial Hubble en 1995 y desde entonces se ha convertido en una de las imágenes más populares del firmamento. Se trata de un maravilloso rincón celeste que se enuentra en la nebulosa del Águila (foto grande en la fig. 1), una extraordinaria nube cósmica que dista de nosotros 7.000 años luz. En la región central de esta nebulosa están “Los pilares de la Creación”, unas mágicas columnas de gas y polvo cósmico de unas dimensiones inimaginables, del orden de billones de kilómetros.

Pero su importancia va mucho más allá de la que podríamos atribuirles como fascinantes objetos de observación astronómica. En su seno tiene lugar un prodigio entre prodigios, el milagro de la génesis estelar. Son el manantial de donde fluyen los astros que pueblan e iluminan el tenebroso Universo. En sus entrañas se forman los refulgentes soles.


fig. 1


La ya histórica imagen del “Hubble” ( foto pequeña en la fig. 1), tomada en el espectro visible, la única radiación que el ojo humano es capaz de percibir, sugiere que allí existe un "paritorio" de estrellas, un lugar en el que las protoestrellas o embriones estelares germinan del infernal fuego termonuclear y acaban brillando como estrellas hechas y derechas. Sin embargo, la propia opacidad de las nubes de gas polvorientas no permitió al “Hubble” una visión directa del "alumbramiento” estelar.

Pero hay telescopios en órbita terrestre que no tienen ese problema. Ahora, gracias a las imágenes tomadas por dos ingenios de la Agencia Espacial Europea (ESA), el “Herschel” y el “XMM-Newton”, la nebulosa del Águila presenta un nuevo y sorprendente look ( Las imágenes obtenidas por estos telescopios punteros están brindando a los astrofísicos la posibilidad de ver el interior de “Los pilares de la Creación” e identificar estrellas recién nacidas dentro de ellos.



fig. 2

La fotografía del “Herchel” (foto grande en la fig. 2) está tomada en el rango de la radiación infrarroja o térmica, una longitud de onda gracias a la que los investigadores pueden penetrar a través del oscuro polvo cósmico para desvelar los secretos de las estrellas en formación.

El “XMM-Newton”, por su parte, opera en el rango de los rayos X. Lo que ha captado este telescopio se aprecia en la imagen como una constelación de puntos brillantes (foto pequeña en la fig. 2), que son las poderosas emisiones de radiación que generan las jóvenes y ardientes nuevas estrellas.

Fotos: NASA/ESA

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