sábado, 3 de marzo de 2012

Así eran las superpulgas del parque Jurásico

fig. 1
fig. 2

fig. 3




fig. 4

Los restos fósiles de nueve especímenes de pulgas de la época de los dinosaurios han sido descubiertos por un equipo de científicos chinos y franceses, dirigido por el entomólogo André Nel, del Museo de Historia Natural de París. Los fósiles fueron hallados en las provincias chinas de Daohugou, Mongolia Interior y Liaoning, y datan de dos épocas diferentes, el Jurásico medio (hace 165 millones de años) y del Cretácico inferior (entre 145 y 99 millones de años).

El rasgo más sorprendente de los especímenes es su gran tamaño: las hembras podían medir hasta 20,6 milímetros y los machos hasta 14,7 milímetros. Eran auténticos gigantes en comparación con una pulga moderna, que llega de forma extraordinaria hasta los cuatro milímetros. Además, sus patas eran largas, pero no estaban todavía adaptadas para el salto. En cambio, las pulgas actuales pueden saltar una distancia de hasta 200 veces su propia longitud, lo que convierte a estos insectos parásitos en el mejor saltador entre los animales en relación con su tamaño corporal

Los restos encontrados, tanto de hembras como de machos(fig. 2), muestran que tenían un abdomen largo y ancho, una cabeza relativamente reducida, una antena pequeña y compacta, pero carecían de alas. Otro característica llamativa es su boca, con forma de sifón alargado, preparada para poder alimentarse de la sangre de sus huéspedes, más larga en las hembras que en los machos (fig. 3) y visiblemente menor que la de las pulgas de hoy en día.
Los investigadores creen que las superpulgas del Jurásico (fig. 1) evolucionaron de la mosca escorpión primitiva, que se alimentaba del néctar de las flores y que acabó extinguiéndose con la aparición de insectos modernos como las hormigas o los mosquitos. Sostienen que ambas especies están relacionadas y que las pulgas gigantes son, en realidad, moscas escorpión que evolucionaron para alimentarse de sangre.


Los nuevos fósiles, a la vista de las características de estos insectos, sugieren que vivirían en huéspedes cubiertos de pelo o plumas más que en animales de piel desnuda o con escamas. Es posible que entre los huéspedes de estas pulgas primitivas estuvieran los dinosaurios con plumas (fig. 4). No descartan tampoco que pudieran ser parásitos también de mamíferos primitivos, antes de que su evolución los llevara a parasitar aves y mamíferos, como sucede con las pulgas de hoy en día.


No obstante, el motivo de que su tamaño se redujese tanto con el tiempo es un misterio que permanece sin resolver.


Fotos: Diying Huang

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