jueves, 22 de septiembre de 2011

Una galaxia con “paraguas”

Fig. 1



fig. 2



Se estima que existen más de cien mil millones de galaxias en el universo observable. Estas prodigiosas aglomeraciones de astros tienen muchas historias que contar. La galaxia NGC4651, también conocida como galaxia “Parasol”, tiene la suya propia.

“Parasol” se encuentra situada a unos 35 millones de años-luz de distancia, en la constelación de la Cabellera de Berenice. Su diámetro es de unos 50.000 años luz, o sea aproximadamente la mitad del de la Vía Láctea, la galaxia espiral en la que se encuentra el Sistema Solar y, por ende, la Tierra.

El astrofotógrafo aficionado R.Jay Gabany, del observatorio Blackbird, e investigadores de la Universidad de Santa Cruz (California), han obtenido una espectacular imagen (fig. 1) que pone al descubierto, con gran nitidez, el atributo más llamativo de esta galaxia espiral. Del centro de la misma surge un chorro cósmico que termina en un arco inmenso (arriba en la imagen). Todo ello recuerda la forma de un paraguas abierto. Además, la fotografía también revela otros arcos menores, uno de ellos visible en el lado izquierdo de la galaxia (fig. 2), lo que parece ser indicio de la presencia de otra especie de paraguas parcialmente oculto tras el disco galáctico. La pregunta obligada es ¿cómo se ha formado esta peculiar estructura?

David Martínez Delgado, que trabaja en el Instituto Max-Planck de Astronomía, en Heidelberg (Alemania), cree tener la respuesta. Según él, los grandes chorros y arcos que se observan en la galaxia “Parasol” están formados por aglomeraciones de estrellas que, según todos los indicios, corresponden a los escombros estelares de una galaxia enana vecina, que fue severamente afectada a causa de la interacción ocasionada por el titánico campo gravitatorio de la galaxia mayor hace varios miles de millones de años.

Se puede decir que estamos contemplando una impresionante demostración visual de un accidente de tráfico galáctico. Aunque no se trata de una colisión propiamente dicha, sino más bien de una interacción gravitacional que provoca la fusión de las galaxias e induce el nacimiento de estrellas.

De acuerdo con las teorías vigentes, la mayor parte de las galaxias más grandes crecen y evolucionan de esa manera. Simulaciones realizadas mediante ordenador demuestran que algunas de las galaxias enanas, sometidas al intenso campo gravitatorio, experimentan un tira y afloja, acercándose y alejándose de la galaxia mayor, antes de ser completamente engullidas. Durante su trayectoria, sufren una gran distorsión de su propia estructura, dispersando sus restos a lo largo de su órbita y alterando las regiones más cercanas de los brazos espirales externos de la galaxia principal.

El resultado final es que el cuerpo de la galaxia mayor no experimentará apenas transformaciones, mientras que la pequeña será desmembrada y pasará a formar parte de la grande. También en el Universo el más fuerte predomina entre los demás.

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