sábado, 3 de septiembre de 2011

Setenta intrépidos aventureros







Nuevas evidencias genéticas desvelan cuántos fueron los primeros seres humanos que pisaron el continente americano




Existen cientos de dibujos prehistóricos de animales con colmillos en las paredes de las cuevas y tallados en huesos en Europa, pero no se había encontrado ninguno en las Américas. La sorpresa ha llegado ahora cuando un grupo de antropólogos del Instituto Smithsonian y la Universidad de Florida, en Estados Unidos, han analizado un fragmento de hueso tallado para determinar su autenticidad. Y ha resultado que tanto el hueso como el dibujo que lleva grabado no son una falsificación, ya que ambos tienen 13.000 años de edad. Estaríamos ante la manifestación artística más antigua conocida que se ha encontrado en el continente americano.




El fragmento de hueso, de 38 centímetros de longitud, apareció en Vero Beach, en Florida, y fue descubierto por un buscador de fósiles aficionado, que no se dio cuenta de la trascendencia de su hallazgo hasta el momento en que limpió el objeto y vio que había una imagen de un mamut en él. El autor del dibujo, que vivió en lo que ahora es Florida, probablemente perteneció a un grupo nómada de cazadores de la Edad de Hielo.




Los paleoantropólogos no tienen dudas de que los seres humanos no son originarios de América, por lo que ésta fue poblada por gentes provenientes de otro lugar. Las evidencias arqueológicas apoyan la hipótesis de que los humanos llegaron a América procedentes de Siberia, en el extremo noreste de Asia, durante la última glaciación, que finalizó hace 10.000 años. Lo hicieron a través del actual estrecho de Bering, un brazo de mar de 85 kilómetros de altura localizado entre el extremo oriental de Asia (Siberia) y el extremo occidental de América del Norte (Alaska). Pero durante la última glaciación los dos continentes no estaban separados por un mar, sino conectados por un puente de tierra, un amplio territorio que se formó debido al descenso del nivel de los océanos.

Aunque el corredor de Beringia haya dejado de existir hace 10.500 años, cuando volvieron a subir las aguas al final de la glaciación, las evidencias apuntan a que fue aprovechado por gentes de origen siberiano para migrar a América. Asimismo, muchos animales atravesaron el puente de tierra en ambas direcciones.

A las evidencias arqueológicas se suman ahora otras pistas sólidas, apoyadas por la genética, para dar respuesta al enigma de los primeros americanos Una reciente investigación, conducida por Jody Hey, un experto en ADN de la Universidad de Rutgers, en Estados Unidos, y basada en estudios de la variabilidad genética de poblaciones, apoya la teoría del puente de tierra de Beringia. Parece ser que fue un grupo muy reducido de personas, no más de setenta osados aventureros, el que se adentró, desde Siberia, dentro de un vasto continente repleto de peligros.





La mayoría de los expertos opinan que los primeros americanos llegaron al continente en una sola migración por el puente de tierra de Bering hace unos 14.000 años. Otros, en cambio, consideran que en América ya había pobladores hace 15.000, 20.000 e incluso 30.000 años, y que la migración se produjo en una serie de oleadas. También hay quienes piensan que llegaron en embarcaciones y se distribuyeron por el continente costeando. Mientras los arqueólogos valoran las pruebas más recientes, el debate continúa y muchas incógnitas aún no han sido resueltas.

Lo cierto es que los descendientes de aquella épica expedición de la Edad de Piedra, huyendo del clima más duro que ha conocido nuestra especie, recorrieron distancias colosales y empezaron ocupar el último paisaje templado de la Tierra, Y ahí comenzó uno de los episodios más extraordinarios de la historia de la Humanidad.


Fotos: Chip Clark/Smithsonian Institute/ Raul Valadez





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