viernes, 25 de marzo de 2011

SOLDADOS ROMANOS FUERON GASEADOS, HACE CASI DOS MIL AÑOS, POR TROPAS PERSAS

La puerta principal de Dura-Europos

Restos de la muralla

El túnel donde los romanos se asfixiaron con el gas



Esqueleto del soldado persa encontrado en
el túnel


Los restos de las víctimas han aparecido en un túnel de la antigua ciudad romana de Dura-Europos, en la actual Siria, como otro trágico testimonio de la terrible historia bélica de la Humanidad




Los descubrimientos arqueológicos vuelven a corregir, una vez más, otro capítulo de la Historia.

Aunque la “moderna” guerra química comenzó durante la Primera Guerra Mundial, las sustancias químicas tóxicas han sido usadas con fines bélicos ya desde la Antigüedad. En Oriente, en el siglo V antes de Cristo, algunos escritos chinos describen el uso de fuelles para introducir el humo de las semillas de la mostaza y otros vegetales tóxicos en los túneles que excavaban los ejércitos enemigos durante los sitios. Algunos escritos chinos todavía más antiguos, datados alrededor del año 1000 a.C., contienen cientos de recetas para producir humos tóxicos o irritantes para usarlos durante la guerra.

La primera noticia del uso de gases venenosos en Occidente se remonta al siglo V antes de Cristo, durante la guerra del Peloponeso entre Atenas y Esparta Las fuerzas espartanas durante el asedio a una ciudad ateniense encendieron un fuego, a los pies de las murallas, hecho con madera, alquitrán y azufre, con la esperanza de que el nocivo humo incapacitara a los atenienses para resistir el asalto que siguió a continuación.

Ahora bien, en ambos casos sólo se trata de testimonios. Nunca se habían obtenido vestigios, por ejemplo, de las víctimas, que certificaran de una manera más contundente el uso de gases venenosos en la época antigua. Nunca…. hasta ahora. Los arqueólogos l han encontrado las evidencias en las ruinas de una antigua y próspera urbe llamada Dura-Europos, de origen macedónico- griego, situada en la actual Siria.

A orillas del Éufrates, Dura-Europos fue un punto clave de confluencia de rutas comerciales. Tras la ocupación romana de la urbe, mantuvo su condición estratégica como punto de encuentro de las caravanas. En tiempos del emperador Lucio Septimio Severo fue el momento de mayor esplendor de Dura-Europos. Más tarde, a mediados del siglo II de nuestra Era, tropas sasánidas (del imperio persa) destruyeron completamente la ciudad. Se cuenta que las tropas sasánidas practicaron un túnel bajo la muralla con el fin de derribarla, pero al percatarse de que los defensores romanos realizaban su propio túnel defensivo, que empalmaría con que ellos construían, decidieron quemar alquitrán y azufre, que generaron densos y tóxicos gases que inundaron la galería del adversario.

Ahora, un equipo de arqueólogos de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, ha encontrado, además de rastros de azufre y alquitrán, los restos de las víctimas, que hacen un total de veinte, 19 cuerpos de legionarios romanos, todos ellos amontonados, y cerca, el esqueleto de un militar persa, tal vez quien inició el humo tóxico, que sufrió la misma agonía que los otros.Todos los soldados se asfixiaron con el gas de azufre, convertido en ácido sulfúrico en sus pulmones. Su muerte fue espantosa, pero rápida.

Los arqueólogos incluso creen que, más tarde, los cuerpos de las víctimas romanas fueron arrastrados por los persas y apilados en un montón. Ni siquiera se molestaron en saquear los cadáveres. Las monedas, armas y armaduras quedaron intactas.

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